Cada día es un buen día

Con veinte años y ante la angustia existencial propia de quien no sabe hacia dónde dirigir su vida, la protagonista de esta historia decide apuntarse a clases para aprender la ancestral tradición de la ceremonia del té. Poco a poco y a lo largo de veinticinco años, va profundizando en unas enseñanzas que van más allá de la práctica y que le permitirán aprender profundas lecciones sobre la vida: asumir que no sabemos nada, concentrarse en el presente, ser uno mismo, disfrutar de la lluvia, centrarse en aquellas acciones con un valor genuino, conectar con la naturaleza y los sentidos.

La ceremonia del té es uno de los ritos tradicionales más fascinantes de Japón. Los monjes budistas del siglo XVI codificaron cada paso de este ritual que, a través de los gestos más simples, llama a los participantes a centrarse en la búsqueda profunda de sí mismos. Con su ritual inalterado que abarca los siglos, la ceremonia del té parece algo muy alejado de la vida cotidiana. También le pareció a Morishita Noriko cuando, una estudiante apática e indecisa en el camino a seguir, por consejo de su madre, tomó un curso sobre la ceremonia del té. No sabe que esas primeras lecciones son el comienzo de un viaje que durará toda la vida. Los momentos dedicados a la ceremonia del té, sus rituales, la meditación que impone y, al mismo tiempo, se abren en momentos para encontrar significado en las pruebas que la vida le pone a Noriko: una boda cancelada unas semanas antes de la ceremonia, el intento de conciliar trabajar con el sector privado, una transferencia al extranjero … el caos de la vida se reconcilia en el tiempo concentrado de una taza de té.

Un libro transformador y emocionante trufado de enseñanzas para vivir una vida plena.