Emilia caminaba pensativa por el parque, no había decidido qué hacer aún. Hacía casi 2 semanas que Gonzalo rompió con ella, con un simple “Lo siento”, la dejó ahí, sola en mitad de la calle llorando por el gran amor de su vida, y así sin más, se fue para no volver a llamarla ni a escribirle, sin que ella lograra entender lo que había pasado. Su relación, en realidad no sé si podría llevar ese nombre, debido a que para él siempre fue solo una aventura, pero ella, una chica de una familia de esfuerzo, que gracias a una beca logró ingresar a una carrera universitaria, que nunca se había enamorado realmente, pensó que Gonzalo era el hombre de su vida y que ella “lo haría cambiar”, para “vivir felices para siempre”, y cuando se dio cuenta que no sería así, todo su mundo se derrumbó… Emilia se debatía ahora entre volver a llamarlo o definitivamente tratar de olvidarlo, ella sabía que él la usó, que la engañó y se aprovechó de su inocencia, pero lo amaba, y el amor que sentía era demasiado fuerte, sentía que se le rompía algo por dentro. Quería pensar que en realidad todo era una confusión y que él no era “malo”, solo estaba confundido y actuó de esa manera por no saber cómo resolver. Y aún si se alejaban tenían amigos en común, tendría que alejarse de todo el mundo si quería dejar de verlo, quizás esa sería la solución, un cambio de ambiente, por difícil que fuera, era momento de pensar en sí misma. Luego de todo un día de pasear y pensar en lo difícil que siente que está siendo su vida, decidió volver a casa, nada mejor que el cariño de mamá y de su familia. Aunque como familia la vida en ocasiones no ha sido fácil, el calor de hogar se siente en casa y Emilia sabe que siempre puede contar con ellos para lo que sea. ——— Y así siguió su vida, retomando sus actividades normales, pero intentando no frecuentar los mismos lugares, comenzó a trabajar en nuevos proyectos, inventando distintas cosas qué hacer, ahora tenía tiempo, muchas cosas en su cabeza y necesitaba mantenerse ocupada, quién sabe, quizás de algo malo puede salir algo bueno. El dolor se fue calmando y de a poco el amor y rabia que sentía hacia Gonzalo se fue transformando en recuerdos y trató de ir guardando los más bellos, de esa manera no sentiría rencor, y funcionó. Una mañana de martes recibió una llamada muy interesante, había una vacante en una importante empresa, la oferta era como asistente y, aunque Emilia ya era profesional, era una forma de comenzar una nueva vida, así es que ese día le contó a su familia, la ayudaron a ver ropa adecuada para asistir a la entrevista, estaban todos muy felices, este trabajo ayudaría mucho, no solo a Emilia, si no que también a su familia, necesitaban el dinero. Y llegó el día de la cita, iba muy nerviosa, primera vez que la entrevistaban formalmente luego de egresar de derecho. Entró siendo secretaria y salió siendo la asistente del abogado en jefe, por fin las cosas comenzaban a mejorar.