La caĂda más dura de Ella Maise
Un bestseller del Washington Post
En ese momento, no sabĂa nada sobre Ă©l y pensĂ© que nada de lo que dije importarĂa ya que nunca volverĂa a hablar con Ă©l. Resulta que estaba muy equivocado. Era el receptor estrella del equipo de fĂştbol americano, uno de los pocos jugadores que se esperaba que llegara a la NFL, y terminĂ© viĂ©ndolo por todo el campus.
TambiĂ©n podrĂa haberle hecho proposiciones, huir de Ă©l, atacarlo con un utensilio de cocina … y … uh, tal vez no deberĂa decĂrtelo todo. Es algo bastante normal, cosas que esperarĂas … de mĂ. Finalmente, llegĂł el momento en que no pude esconderme más, no es que Ă©l me hubiera dejado aunque lo intentara.
Hasta ahora, nunca supo que lo estaba mirando en secreto. Ahora que nos vemos todos los dĂas, Ă©l sabe cuándo me cuesta mirar hacia otro lado. No ayuda que tampoco sea la persona más sutil del mundo.
Me sonrĂe y me dice que me encuentra fascinante por mis peculiaridades. Ni siquiera puedo decirle que creo que mi corazĂłn late de manera diferente cuando Ă©l está cerca.
Cree que seremos mejores amigos. Creo que tengo una gran cosa por él, y cuanto más lo conozco, más no me importa que no se me permita ser su amigo, y mucho menos enamorarme de él.
La cuestiĂłn es que eso es exactamente lo que estoy haciendo, lo que estamos haciendo, creo.
Que cae.
DifĂcil.