Regresa Megan Maxwell con una novela romántico-erótica tan ardiente que se derretirá en tus manos.
Sexo. Familia. Diversión. Locura.Vuelve a soñar con la nueva novela de la autora nacional más vendida...DESCARGAR AQUÍ
Te Sigo Queriendo de Miriam Pareja novela pdf
Te Sigo Queriendo (Segunda Parte Te Quiero Sin Querer, Profesor) de Miriam Pareja novela pdf descargar gratis leer online Joyread
si idolatráis pillar esta recita, leed puntero el otro libro, si no procedĂ©is a caer algo trastornados. fede y mĂriam, tras más de dos años, reanudan en una mágica explicaciĂłn en la que todo es inexplicable. son el uno para el otro, ellos son los precursores en dominarlo y los de sus junto no han invertido en aplicarse cuenta. pero, como en masas las relaciones, hay incertidumbres que insuficiente a contado caerán, ellos aspirarán balsear por además de todo para perpetuar liados, ya que su atracciĂłn no puede ser caĂdo, pero por ventura los preguntas cada vez estĂ©n más y más. son informados de que se comprometen insistir con más afeitas, aunque todo marche a contracorriente. Âżserán suficientes de continuar con lo suyo carta blanca lo que pase?
CapĂtulo 1
Me despierto sudando, este mes de agosto está siendo terriblemente caluroso. La luz entra a raudales por el gran ventanal que ocupa toda la pared del hotel que hemos elegido para nuestras vacaciones. Llegamos ayer por la noche, y esta es la primera mañana aquĂ, me asusta que el tiempo con Fede siempre pase demasiado rápido, seguro que los seis dĂas restantes asĂ serĂan. Si, parezco tonta, sigo teniendo miedo de que esto algĂşn dĂa pueda terminar. No me doy cuenta de que tengo junto a mĂ al hombre más perfecto del planeta. El hombre que hace ya dos años y siete meses me dio mi primer beso y despuĂ©s de ese pequeño problema con papá que hizo que nos separáramos, no me ha fallado ni una sola vez. Fede duerme a mi lado, no quiero despertarlo, ayer nos acostamos demasiado tarde, pero es que… me propuso un paseo por la orilla del mar, con la luna llena, en todo su esplendor, como más me gusta a mĂ. Como desde que estamos juntos, más nos gusta a ambos… la tenĂamos sobre nosotros, gigante y preciosa, y Fede hizo que pudiera acariciarla una vez más. Sigo sin creerme que cada amanecer despierte junto a mi maravilloso novio. — ÂżVuelves a hacer eso? — Está tumbado de lado cuando abre los ojos, la fulgurante luz hace que los entrecierre de nuevo y tape su cara con un brazo. No lleva nada de ropa en la parte de arriba de su cuerpo, y esa imagen vuelve a dejarme sin aliento. — ÂżHacer quĂ©, amor? — Le pregunto pegándome a Ă©l y dejando un pequeño beso en su hombro, que está demasiado cerca de mi boca. — Mirarme mientras duermo, pequeña — Respira hondo mientras destapa su cara y me deja ver sus dos preciosos ojos verdes y su hermosa sonrisa — ÂżAcaso quieres gastarme? — Solo quiero cerciorarme de que vuelvo a tenerte a mi lado y, de paso, disfrutar del paisaje — Le digo, besando sus labios de forma fugaz. — Él Ăşnico que disfruta de tener a alguien como tĂş conmigo al abrir los ojos soy yo, princesa. — Mete un mechĂłn de mi pelo detrás de mi oreja, mirándome con ternura, con amor — ÂżSabes? Ya no quiero saber lo que es dormir sin abrazarte por detrás y disfrutar de tu aroma cada noche. — CrĂ©eme, Fede. Cada parte de mi cuerpo lleva grabado a fuego tu nombre — Le sonrĂo al ver ese conocido brillo en sus ojos — Nadie podrá borrarlo, nunca. Pase lo que pase — Aseguro, firme y sincera. Se rasca la cabeza, comenzando a destensar sus mĂşsculos y dejándome disfrutar una vez más del espectáculo, yo sigo en la cama, sin ninguna prisa. — Tengo algo preparado para cada dĂa de la semana — Se incorpora, dándome con su dedo Ăndice en la punta de la nariz — AsĂ que será mejor que vayas dándote una ducha, saldremos enseguida. — ÂżY quĂ© es eso que tienes preparado para hoy? — Le pregunto, ansiosa. Da igual lo que sea, siempre va a encantarme. — Me sorprende que sigas pensando que algĂşn dĂa te dirĂ© algo de lo que preparo para hacerte feliz — RĂe dirigiĂ©ndose a la pequeña nevera negra que forma parte de la habitaciĂłn, cogiendo una Coca Cola. — A mĂ me sorprende que no se te acaben las ideas… siempre se te ocurre algo nuevo — Me acerco al armario, de donde saco mi ropa interior y prendas frescas para ponerme encima. — Cuando se quiere a alguien con las tremendas ganas que yo te quiero a ti, toda la felicidad que le provoques a esa persona, siempre será poca — Se encoge de hombros, sin ser consciente de todo lo que me hacen en mĂ sus románticas palabras — Ah, mi niña… ponte el bikini. — ÂżPara algo en especial? — SonrĂo, dejando mi ropa interior y cogiendo en su lugar el bikini color rosa que Ă©l mismo me regalĂł hace unos meses. — Estamos en la playa… el bikini solo quiere decir que nos bañaremos, no empieces con una nueva investigaciĂłn de periodista del corazĂłn, por favor. No descubrirás nada de la sorpresa. — Se burla ahora de mĂ, sacándome la lengua. — ¡Tonto! — Le grito metiĂ©ndome al baño por fin y asĂ poder ducharme, sabe que no me gusta nada ese tipo de periodismo y por ello me intenta incordiar. Pronto empezarĂa el tercer año de universidad y habĂa decidido decantarme por la rama de periodismo deportivo, Ă©l fue quien me ayudĂł a tomar dicha decisiĂłn. Era lo que siempre me habĂa ilusionado y, en cierto modo, ahora estaba cumpliendo ese sueño; estudiar sobre algo que me gustaba. No tardo demasiado en darme la ducha, me tienta el gran jacuzzi del que dispone el cuarto de baño, y pienso que no pasará de esta noche el probarlo, a poder ser con Fede, claro. Por muchas cosas que sigamos compartiendo juntos, siento que nunca es suficiente. Tengo algo preparado para cada dĂa de la semana. Pienso en sus palabras, ÂżcĂłmo puede existir alguien asĂ? Que ponga la felicidad de otra persona por delante de la suya, Fede lo hacĂa cada dĂa conmigo. SentĂa que cada dĂa se esforzaba por hacerme feliz, a pesar de tenerme totalmente enamorada, enganchada a Ă©l. Nunca podrĂa alejarme, ni permitir que algo como esto pudiera terminar. Me seco el pelo, aunque no demasiado ya que, segĂşn Fede, iremos a bañarnos, me pongo el bikini como ropa interior y sobre Ă©l prendas veraniegas que no me hagan pasar más calor del necesario. Aunque, estoy segura de que, si fuĂ©ramos desnudos, tambiĂ©n nos agobiarĂa el sol que pegaba fuerte desde primera hora de la mañana hasta casi anochecer. Era sofocante, pero al mismo tiempo, ver este clima cada mañana me hacĂa despertarme de buen humor. Y ver que Fede estaba a mi lado, solo podĂa mejorar dicho estado. — Tu chica está lista — Le anuncio acercándome por detrás, está recostado en el sillĂłn, con la cabeza apoyada en el respaldo, por lo que perfectamente puedo rodear su cuello con mis brazos y acariciar su pelo con mi barbilla. — Mi chica está preciosa, como siempre — SonrĂe, mirándome desde abajo y haciendo que asĂ sus dos ojos se vean más preciosos que de costumbre — Y ahora mismo la llevarĂ© a pasar un mágico dĂa de submarinismo. — ÂżSubmarinismo? — Le pregunto boquiabierta, eso sĂ que no me lo esperaba. — Claro, pequeña. Es una experiencia que hay que vivir al menos una vez en la vida — Se levanta, rodeando el sillĂłn hasta llegar hasta mĂ y cogerme la cara con ambas manos— Y yo quiero vivir toda una vida a tu lado.

Leave a Reply