Regresa Megan Maxwell con una novela romántico-erótica tan ardiente que se derretirá en tus manos.
Sexo. Familia. Diversión. Locura.Vuelve a soñar con la nueva novela de la autora nacional más vendida...DESCARGAR AQUÍ
UN TOUCHDOWN A TÚ ❤️ de Luz Torres novela pdf
UN TOUCHDOWN A TÚ ❤️ de Luz Torres novela pdf descargar gratis leer online Joyread
Âżenamorarte del preferible compañero de tu hermano? ninguna vez, luminoso que no pasarĂa…existĂan preceptos no estipulados que lo complicaban, pero si el adelantado apegado de tu junto se tuteaba de noah anderson, habĂa una humor gracia. y es que, era intratable no pretenderse de algĂşn como Ă©l y no, estrictamente no se comunicaba por la sencilla divisiĂłn de que era el mariscal de tĂ©rmino y su atractivo algo Ăşnico, tampoco el ultimado de que su navĂo surgĂa ser sido entallado a cada explique estrictamente tĂmido. ¡no! su maldita y hermosa contorno de ser. noah no era un libidinoso, tampoco un badboy y sobremanera menos hacia parte del elenco de castizos que jugaban con los ternuras ajenos… Él era todo lo contrapuesto y tal vez por esa prueba, tenĂa un conjunto fuerte de admiradoras…incluyĂ©ndome. perpetrĂ© todo lo cĂłmodo por moderar los efusiones que crecĂan proporcionado al cielo, pero Ă©l no me lo cedĂa para se baña dĂłcil con su acedo deseo por mĂ y de consentir que consistiera bien en todo entidad hasta que lo hice…callĂ© las lĂ©xico y me profundicĂ© al mundo de noah anderson sin percatarse que más más allá estarĂamos quemándonos por flaqueza del amor…nuestro jactancia. soy alison walker y esta es mi ficciĂłn.
CapĂtulo 1
—Todo saldrá bien, cariño —susurrĂł mamá detrás de mĂ—. Te gustará tu nueva universidad, tendrás nuevos amigos…estaremos nuevamente los tres. SoltĂ© una risa nerviosa y neguĂ© mientras volteaba a verla. Estaba en la entrada de la que serĂa mi nueva habitaciĂłn desde ahora, ya se encontraba completamente amoblada, todo esto debido a que semanas antes, mi hermano se habĂa estado encargando de todo, lo Ăşnico que hice fue dar Ăłrdenes de lo que me gustaba y como querĂa mi cuarto. Hizo un trabajo fenomenal —pensĂ©. —Acabo de mudarme a otro estado mamá —expliquĂ©, dándome cuenta que estaba tardando más de lo normal en responder. QuerĂa que tratara de entender la magnitud del cambio tan drástico que habĂamos tenido—. Estaba por empezar mi tercer año de carrera en EconomĂa y finanzas, tenĂa la posibilidad del intercambio con Oxford…ahora no sĂ© si podrĂ©. —Sabes que con esta nueva universidad tendrás más posibilidades —agarrĂł mi rostro entre sus manos, su mirada me suplicaba que entendiera y lo hacĂa, pero era difĂcil. —Sabes que no solo es eso, dejĂ© muchas cosas en Atlanta —mis ojos se llenaron de lágrimas, pero me obliguĂ© a mĂ misma en no derramar ninguna, ya mucho habĂa llorado cuando me despedĂ de todos mis amigos que se definĂan en cinco personas. —¿Acaso no extrañabas vivir con tu hermano? —inquiriĂł, con una pequeña sonrisa asomándose en su rostro. Esa pregunta tocĂł un nervio. Hace cuatro años mi hermano mayor Jayden entrĂł a la universidad de columbiatt…acá en Nueva york, asĂ que llevábamos mucho tiempo viĂ©ndonos solo en vacaciones cuando Ă©l iba y nos visitaba en Atlanta, ambas lo extrañábamos demasiado, razĂłn por la que influyĂł para que mi madre aceptara su nuevo trabajo. —Sabes que sà —sonreĂ y la abracé—. Te prometo que pondrĂ© de mi parte. Ahora arreglarĂ© mis cosas, entre más rápido lo haga podrĂ© sentirme en casa. NegĂł levemente mientras observaba el reloj de su muñeca. —Lo harás más tarde, tu hermano dijo que nos esperaba en el partido que tendrĂan hoy —fruncĂ mi ceño y neguĂ© rápidamente—. Alison, jamás lo has visto jugar desde que esta acá…sabes que esto es importante para Ă©l. Y no pensaba hacerlo. No me malinterpreten, amaba con locura a Jayden, lo apoyaba en todo, pero una de las razones por las que no me gustaba tener que estudiar en el mismo lugar que Ă©l, se debĂa a mis años de instituto. Siempre fue el chico popular y todo aumentĂł exageradamente al ser parte del equipo de futbol, todos lo amaban y todas las mujeres morĂan por su majestad. Tuve que soportar la cantidad de personas que se acercaban a mĂ solo por conveniencia, sufrĂ mi primer amor de la manera más traumática de todas, varias personas jugaron con mi amistad, literalmente no tenĂa a nadie verdadero a mi lado, sufrĂ tanto y eso desencadeno lo que soy ahora…una persona desconfiada con toda la poblaciĂłn humana. Era de pocos amigos. En mi anterior universidad era alguien que pasaba por desapercibido…una más del montĂłn y sabĂa que el ir al partido donde estarĂa jugando, harĂa que todos supieran que soy la “hermanita pequeña de Walker”. —VerĂ© la transmisiĂłn y lo felicitarĂ© en cuanto lleguĂ© —sonreĂ, mostrando mis dientes y entrĂ© a mi habitaciĂłn, pero la advertencia de Madison Walker me habĂa hecho saber que no me librarĂa de ir. —No era una pregunta, iras a verlo. CreĂa que querĂas irte en tu propio auto hasta tu universidad. SoltĂł, no sin antes recordar que solo tenĂa media hora para alistarme. Llevaba mucho tiempo pidiendo un automĂłvil, querĂa ser independiente y no necesitar de mi madre para movilizarme o tener que utilizar el transporte pĂşblico. TenĂa que ir a ese juego. Aun mi ropa estaba entre maletas, asĂ que agarrĂ© lo primero que pude ver que combinaba con la ocasiĂłn y entrĂ© a la ducha, tardándome poco tiempo. Me alistĂ© con unos shorts cortos tiro alto, una camisa del equipo de mi hermano, me quedaba grande, asĂ que optĂ© por lo más fácil que serĂa enrollarla, tenĂa su nĂşmero y nuestro apellido en grande, unas converse, gorra, gafas, accesorios dorados y estaba lista. Me horroricĂ© al verme en el espejo, tenĂa muchas ojeras que una moderada cantidad de corrector arreglarĂa. —¡ALISON BAJA! ¡NOS VAMOS! —escuchĂ© el gritĂł de mamá desde la planta de abajo, sĂ que tenĂa unos buenos pulmones. SalĂ corriendo, casi cayĂ©ndome de boca en el Ăşltimo escalĂłn. Era normal que pasara, vivĂa saludando al piso de maneras inimaginables… a este punto la vergĂĽenza habĂa abandonado mi ser. EntrĂ© al automĂłvil con el corazĂłn a mil, respiraba entrecortadamente y sentĂa que me desmayarĂa. —N-No puedo…con…tanto —trataba de hablar. —¿Es enserio? ÂżEs enserio Alison? —inquiriĂł atĂłnita, al ser testigo de mi horrorosa salud fĂsica. Era un completo asco—. Necesitas con urgencias retomar el volleyball. Solo asentĂ, no estaba en condiciones para hablar. No tardamos mucho tiempo en llegar o eso me habĂa parecido, siempre que empezábamos con nuestras famosas charlas del mundo empresarial todo parecĂa pasar más lento…aunque en realidad pasaba más rápido y cuando menos lo pensábamos, habĂamos hablado hasta cuatro horas seguidas y más de veinte temas tocados. —Mierda —susurrĂł mamá, al ver la larga fila de automĂłviles parqueados afuera del estacionamiento. —¿Acaso esta todo Nueva york acá? —cuestionĂ© sorprendida. Âżsiempre era asĂ? Tardamos más de diez minutos, hasta que pudimos estacionar el auto. AĂşn seguĂan personas llegando asĂ que simplemente las seguimos, ninguna sabia donde quedaba el campo de juego…no sabĂamos nada y era mi primera vez aquĂ, mi estomago se retorciĂł al saber que el lunes empezaba en este lugar. Poco a poco el ensordecedor ruido iba siendo más fuerte, cada lado del lugar gritaba eufĂłricos, mamá me agarrĂł la mano y me guio, al parecer sabia a donde nos dirigĂamos. EmpecĂ© a fruncir mi ceño cuando en vez de subir las gradas, nos acercábamos atrás de la banda, el lugar VIP. ÂżCĂłmo no lo habĂa pensado antes? —me regañé mentalmente. Era obvio que mi hermano nos querĂa en primera fila. —¿Puedo ir a las gradas? Es más alto y…ok —asentĂ, al ver la advertencia en su mirada, era muy intimidante cuando querĂa. Alguien nos detuvo, alegando que no podrĂamos ir a esos asientos, pero una vez que dimos nuestros nombres, nos dejĂł pasar sin problema e incluso nos llevĂł hasta nuestros asientos. —Que buen servicio —susurrĂ© para mi entre risas. Cuando estuvimos en nuestros puestos, me tomĂ© el tiempo para mirar a mi alrededor y ver como muchas personas me miraban con curiosidad, otras con rabia y algunas con… ÂżadmiraciĂłn? ÂżQuĂ© rayos? —pensĂ©. ÂżPor quĂ© esas personas me… ¡mierda! ¡doble mierda! Era claramente por la camisa del equipo de Jayden, seguro pensaban que era su novia. Perfecto Alison, tu plan para ser invisible acaba de irse directo al caño. De repente, todos empezaron a gritar aĂşn más si todavĂa era posible, incluida mi madre lo que logro sobresaltarme un poco. Se levantaron de sus asientos, asĂ que hice lo mismo, dándome cuenta cual era la razĂłn, los jugadores de nuestra universidad habĂan hecho su entrada junto con los otros. EmpecĂ© a buscar a mi hermano entre tanta testosterona, lo bueno de estar aquĂ es que literal estabas a solo unos pasos de donde se reunĂan ellos con su entrenador. Cuando lo encontrĂ©, me fue imposible no emocionarme y llamarlo, llevaba seis meses sin verlo…era mucho tiempo. Una sonrisa apareciĂł en su rostro en cuanto nos vio y corriĂł hacia nosotras, algo que sin duda no habĂa pasado por desapercibido por el equipo y las personas de las gradas. EmpecĂ© a sentir varias miradas en mĂ, pero solo una me interesĂł y era la del chico que se encontraba al lado de Jayden, habĂa ladeado un poco su rostro para observarme y a pesar de la distancia considerable que habĂa entre los dos, su mirada me intimidĂł a tal punto de sonrojarme. MirĂ© a Jayden quien abrazaba a mamá para despuĂ©s hacerlo conmigo. —Te extrañé muchĂsimo, pequeña—agarrĂł mi rostro entre sus manos, besando todo mi rostro y logrando quitar mis gafas. Mi rostro se calentĂł, pues sabĂa el numerito que estábamos dando, pero asĂ era con Ă©l siempre que nos veĂamos y… todo el tiempo en general, era el hijo y hermano más cariñoso de todos sin importar frente a quien nos encontráramos. —TambiĂ©n te extrañé, pero creo que tienes un juego que ganar —dije entre risas. Este asintiĂł y corriĂł nuevamente hacia sus compañeros… sin poder evitarlo me encontraba buscando aquel chico entre ellos, mi corazĂłn saltándose un latido al ver que al igual que antes, aĂşn seguĂa observándome, pero ahora su mirada era un poco mas Âżsuave? e incluso…me miraba con diversiĂłn. CreĂa que me habĂa reconocido ya al no tener las grandes gafas que tapaban considerablemente la mitad de mi rostro. Él empezĂł a quitarse su casco y… ÂżEra yo o todo pareciĂł ralentizarse de repente? Acababa de ver esa pequeña acciĂłn en cámara lenta y cuando revolviĂł su cabello entre sus dedos. ÂżAcaso todas habĂamos suspirados? ¡Mierda! Mis ojos se abrieron de par en par al darme de cara con que era el mejor amigo de Jayden. TraguĂ© en seco. Mi yo de hace unos tres años atrás daba saltos y gritaba como toda una fan. Era Noah Anderson, por dios. Se preguntarán, ÂżQuiĂ©n rayos es Noah Anderson? Es el mejor amigo de mi hermano desde hace cuatro años ya, en cuanto supe de su existencia por comentarios que hacĂa Jayden en Atlanta sobre su amistad y por las fotos de su red social donde aparecĂa, habĂa tenido un flechazo sin dudarlo y es que, esos 1.85 metros eran una cosa de locos, su cabello castaño, sus ojos color avellana, su rostro y el irrefutable cuerpo de atleta, hacĂa que fuera malditamente irresistible para el ojo femenino e incluso masculino. AsĂ de caliente e impresionante era Noah. HabĂa sido mi crush por dos largos años, siempre tuve la esperanza de verlo, pero cuando Jayden hablĂł sobre la relaciĂłn que tenĂa su mejor amigo con una porrista un año atrás, todo sentimiento de acoso por Ă©l se esfumĂł. Un prohibido con letras neĂłn apareciĂł en su rostro. Joder tuve una pequeña tusa, patĂ©tica lo sĂ©. Se dan cuenta que jode más superar alguien con el que no fuiste nada y peor en mi caso… ¡con el que ni siquiera has hablado en tu aburrida vida! Solo a mĂ me pasaba. Ahora que lo veĂa y aunque estuviĂ©ramos a unos metros, estaba nerviosa como la mierda y mis manos empezaban a sudar, Âżel estado de mi corazĂłn? Apunto de sufrir un paro. De repente y sin preverlo, guiñó un ojo… ¡GUIÑÓ EL MALDITO OJO! ¡Y EN MI DIRECCIĂ“N! ¡Noah Anderson me habĂa guiñado un ojo y aĂşn vivĂa para contarlo! —¿Soy yo o el quarterback acaba de guiñarte un ojo? —Madison me codeĂł con burla en su voz, hablaba un poco alto por el gran ruido que hacĂan los fanáticos—. Por lo que veo no le teme a Jayden ni a sus advertencias, seria divertido ver a tu hermano presenciando esto. —¿Quarterback? —fijĂ© mi mirada en mamá, obviando el hecho…por ahora, de que Jayden le haya advertido a Noah sobre mĂ. —¿habrĂan tenido charlas donde yo era la protagonista? ÂżMi nombre habĂa salido de entre sus labios? No lo sabĂa, pero sin duda pronto lo harĂa— Jayden era muy protector y más cuando se trataba en temas románticos por el pasado—. ÂżEs el Quarterback? ÂżCapitán? ÂżMariscal de campo? Esta asintiĂł confundida y yo solo pude quedarme callada sin decir nada más. Cuando nuevamente volteĂ© a mirarlo, Ă©l estaba concentrado escuchando las indicaciones del coach, su ceño levemente fruncido mientras asentĂa a cada tanto. ÂżEra posible que alguien se viera tan bien haciendo ese simple gesto? La respuesta llegĂł inmediatamente al ver una pequeña sonrisa en su rostro. Si eras Noah Anderson, claro que sĂ.

Leave a Reply